Septiembre 2010
Elul 5770
Sociedad Union Israelita de Lanus - Ajdut Israel
PRESENTE
¿Que son los Iamim Noraim?
Un momento de reflexión, de planeamiento, de oír a las personas y principalmente de oír nuestras conciencias.
Nos acercamos a las “Grandes Fiestas” donde el Libro de la Vida se abre y nuestros actos y actitudes son presentados ante de otras personas, ante nuestra comunidad y ante D’s. Tenemos la oportunidad de observar cuan justos y partícipes fuimos con aquellos que tanto comparten con nosotros, y con quienes simplemente se cruzaron en nuestro camino.
Pero debemos imaginar el Libro de la Vida como un simbolismo, no como un gran libro con muchas páginas. Es algo más complejo, una colección de líneas que se entrecruzan; yo contigo, tú con él, yo con nosotros, todos. Esta es nuestra dualidad –pertenecer y trascender-, ser uno, ser todos.
Cuando cantamos el “Leja Dodi”, leemos la palabra “hitoreri”, despierta. Démonos cuenta que somos alguien, aquí y ahora; que de cada uno de nosotros algo es esperado. Que en el Libro de la Vida nuestras líneas se entrecruzan, y que necesitamos unos de los otros para poder seguir. Y continuamos al paso de los más lentos, porque cuando los ayudamos, nos estamos ayudando a nosotros mismos a lograr nuestra meta, nuestra misión.
Nuestro camino solamente puede ser recorrido con la ayuda de los demás. Hay que desprenderse del comodísimo, de la conveniencia, de la pasividad. Caminemos juntos, porque cuando extendemos las manos a nuestras esposas, hijos e hijas, padres, madres, y los demás necesitados, estamos ayudando a D’s a construir un mundo mejor. No podemos pedir perdón a D’s antes de pedir perdón a las personas que herimos, intencionalmente o no.
¿Por qué solamente damos atención a las cosas cuando pasan a hacernos falta? Si son tan importantes, deberíamos cuidar de ellas para que no nos falten. Si la salud es importante, debemos cuidar de ella en cuanto la tenemos. Si convivir en comunidad es importante, tenemos que cuidar de ello en cuanto existe, no solamente cuando pasamos a sentir su falta.
Que nuestros pensamientos se transformen en palabras; nuestras palabras en acción; nuestras acciones en hábitos; nuestros hábitos moldeen nuestro carácter y nuestro carácter controle nuestro destino. Que cada uno de nosotros pueda, al final de estos días, estar reconciliado consigo mismo, humildemente y comprometido con los demás, con nuestra religión y con el “Tikun Olam”, abandonando la indiferencia que nos desvía de las buenas acciones y despertando para la vida que nos deslumbra enfrente.
Que seamos todos inscriptos en el Libro de la Vida con mucha salud y alegrías.
Shaná Tová Tikatevu ve Jatimá Tová !
Mario Grunebaum
Presidente
Elul 5770
Sociedad Union Israelita de Lanus - Ajdut Israel
PRESENTE
¿Que son los Iamim Noraim?
Un momento de reflexión, de planeamiento, de oír a las personas y principalmente de oír nuestras conciencias.
Nos acercamos a las “Grandes Fiestas” donde el Libro de la Vida se abre y nuestros actos y actitudes son presentados ante de otras personas, ante nuestra comunidad y ante D’s. Tenemos la oportunidad de observar cuan justos y partícipes fuimos con aquellos que tanto comparten con nosotros, y con quienes simplemente se cruzaron en nuestro camino.
Pero debemos imaginar el Libro de la Vida como un simbolismo, no como un gran libro con muchas páginas. Es algo más complejo, una colección de líneas que se entrecruzan; yo contigo, tú con él, yo con nosotros, todos. Esta es nuestra dualidad –pertenecer y trascender-, ser uno, ser todos.
Cuando cantamos el “Leja Dodi”, leemos la palabra “hitoreri”, despierta. Démonos cuenta que somos alguien, aquí y ahora; que de cada uno de nosotros algo es esperado. Que en el Libro de la Vida nuestras líneas se entrecruzan, y que necesitamos unos de los otros para poder seguir. Y continuamos al paso de los más lentos, porque cuando los ayudamos, nos estamos ayudando a nosotros mismos a lograr nuestra meta, nuestra misión.
Nuestro camino solamente puede ser recorrido con la ayuda de los demás. Hay que desprenderse del comodísimo, de la conveniencia, de la pasividad. Caminemos juntos, porque cuando extendemos las manos a nuestras esposas, hijos e hijas, padres, madres, y los demás necesitados, estamos ayudando a D’s a construir un mundo mejor. No podemos pedir perdón a D’s antes de pedir perdón a las personas que herimos, intencionalmente o no.
¿Por qué solamente damos atención a las cosas cuando pasan a hacernos falta? Si son tan importantes, deberíamos cuidar de ellas para que no nos falten. Si la salud es importante, debemos cuidar de ella en cuanto la tenemos. Si convivir en comunidad es importante, tenemos que cuidar de ello en cuanto existe, no solamente cuando pasamos a sentir su falta.
Que nuestros pensamientos se transformen en palabras; nuestras palabras en acción; nuestras acciones en hábitos; nuestros hábitos moldeen nuestro carácter y nuestro carácter controle nuestro destino. Que cada uno de nosotros pueda, al final de estos días, estar reconciliado consigo mismo, humildemente y comprometido con los demás, con nuestra religión y con el “Tikun Olam”, abandonando la indiferencia que nos desvía de las buenas acciones y despertando para la vida que nos deslumbra enfrente.
Que seamos todos inscriptos en el Libro de la Vida con mucha salud y alegrías.
Shaná Tová Tikatevu ve Jatimá Tová !
Mario Grunebaum
Presidente